Tras una decepcionante temporada 2024-2025, marcada por una lucha contra la relevación y una falta de ambición europea, Stade Rennais está en una encrucijada. El equipo, que ocupó el puesto 12 en la Liga 1, dejó atrás un año para olvidar, causando un fuerte sentido de frustración entre los partidarios. El club se enfrenta ahora a la necesidad de reconstruir, con un historial mixto de contratación y retos importantes que hay que abordar. El objetivo es restablecer el nivel de excelencia alcanzado en el pasado y hacer de Europa una realidad regular.
Para hacer frente a este desafío, Stade Rennais ha emprendido importantes cambios en su personal. Loïc Désiré fue nombrado director deportivo, sucesor de Frederic Massaara, en un deseo de redefinir la estrategia de reclutamiento. La prioridad es fortalecer el equipo con jugadores de “Ligue 1”, centrándose en el desarrollo de jóvenes talentos del centro de formación, conocido por su calidad. El entrenador, Aimar Pouille, pretende reducir la fuerza y redefinir el dispositivo táctico, explorando diversas opciones defensivas e integrando a más jugadores de la “peinière”.
Más allá de los aspectos técnicos, el club debe trabajar en su “rennais context”, es decir, el ambiente interno, la confianza y el apoyo del público. Después de dos temporadas sin Europa y un período de inestabilidad, Stade Rennais necesita recuperar el fervor popular y proyectarse hacia el futuro. Se espera que la tarea sea ardua, pero el club tiene los medios para tener éxito en su transformación. Ha llegado el momento de la toma de posesión, y los fans esperan ver a un equipo capaz de hacer que vuelvan a soñar con las veladas europeas.