AS Monaco experimentó intensa actividad durante el mercato de verano, marcado por importantes llegadas y salidas. El club formalizó la transferencia definitiva de Myron Boadu al PSV Eindhoven, después de dos temporadas gastadas en préstamo. El huelguista holandés, que llegó a Mónaco en 2021, jugó 68 juegos, marcando 10 goles y entregando 2 asistencias. Su partida representa una pérdida para el ataque monegasco, pero el club recibirá una suma de 500.000 euros del bono de esta transacción. Al mismo tiempo, Mónaco aumentó su fuerza con la llegada de Stanis Idumbo, un mediocampista ofensivo de 20 años del FC de Sevilla. El jugador belga firmó un contrato de cinco años y llevará el número 17, trayendo un perfil dinámico y complementario al ataque rojo y blanco.
En vista del tercer día de Ligue 1, el entrenador Adolf Hütter nombró un grupo de 21 jugadores para el partido de casa contra RC Strasbourg Alsace. Esta lista incluye jugadores clave como Vanderson, a pesar de su lesión en el becerro izquierdo, y excluye Breel Embolo, en espera de inicio. La ausencia de Maghnes Akliouche de esta lista ha generado reacciones, algunas apuntando a la falta de progreso del joven jugador, mientras que otros consideran su selección como una sorpresa. El partido contra Estrasburgo, que tendrá lugar el domingo a las 17.15 horas en la Stade Louis-II, representa un reto importante para Mónaco, que busca confirmar sus ambiciones para la temporada.
Estos movimientos de jugadores forman parte de una reorganización de la fuerza laboral monegasca. La llegada de Idumbo se considera como un intento de llenar una posición anteriormente desaparecida, potencialmente reemplazando a Ben Seghir. La partida de Boadu, aunque lamentó, permitió al club recuperar una gran suma y recursos gratuitos para nuevos reclutas. Todas estas operaciones demuestran la voluntad del AS Monaco de seguir siendo competitivos en Ligue 1 y de continuar su progreso deportivo.