El portero serbio Djordje Petrovic hizo una sensación esta temporada en el Racing Club de Estrasburgo, atrayendo la admiración de su entrenador Liam Rosenior. Llegando en el último minuto del mercato de verano, el joven jugador fue capaz de marcar su territorio y ganar como elemento clave del equipo alsaciano. Rosenior no perdió elogio por su protegido, a quien ya consideraba un guardián de clase mundial. Pero no sólo sus actuaciones en el suelo que impresionan al entrenador, también es el estado de ánimo ejemplar de Petrovic. “Para Petro, mostrar fe en este proyecto, en este club, en mí y mi personal es algo que ha sido confirmado por sus actuaciones y su progreso como guardián. No tiene ego, y es raro en el fútbol. Eso es lo que le permitirá seguir mejorando, porque quiere ser entrenado y quiere progresar”, dice Rosenior.
El joven guardia serbio también logró integrarse perfectamente en el club alsaciano, tanto profesional como personal. “Cuanto más lo veo aquí, más sonríe, más feliz es. Es por su crédito. Tiene una hermosa familia joven que se ha asentado en la región, y tendrá una notable carrera”, se alegra Rosenior. El entrenador espera seguir trabajando con Petrovic en el futuro, “ya sea aquí o en otros lugares en cinco años, me gustaría que fuera la próxima temporada”.
Gracias a su alto rendimiento y su actitud impecable, Djordje Petrovic es una verdadera piedra angular del Racing Club en Estrasburgo. Y con tal estado de ánimo y tal talento, el futuro parece prometedor para el joven guardián serbio, ya sea en Alsatian o en otros lugares.