A pesar de las vacaciones del 14 de julio, el equipo de OL ha reanudado la formación bajo la dirección de Paulo Fonseca, con una mentalidad renovada. La reciente confirmación de la retención de Ligue 1 ha cambiado profundamente el contexto del club, calmando las tensiones internas relacionadas con la sanción de Ligue 2 y reduciendo la presión de salidas masivas. Aunque se retrasó el reclutamiento, se permitió a la administración fortalecer el equipo, respetando las estrictas limitaciones presupuestarias, como confirmó Michael Gerlinger en la conferencia de prensa.

La política de reclutamiento de OL parece evolucionar hacia un enfoque más cauteloso y orientado al potencial. La idea es centrarse en jóvenes talentos de la Academia y jugadores de bajo costo, en lugar de depender de estrellas costosas que no siempre satisfacen las expectativas. Esta estrategia, recordando los éxitos pasados como los de Essien o Djila Diarra, pretende mantener la competitividad del club. La próxima llegada de Afonso Moreira, por dos millones de euros, ilustra esta nueva orientación, una apuesta controlada y deseada por Paulo Fonseca.

Este nuevo enfoque es parte de un deseo a largo plazo de paciencia y desarrollo. La unidad de reclutamiento, liderada por Matthieu Louis-Jeantour y Benjamin Charierdoi, desempeñará un papel crucial en esta nueva estrategia identificando e integrando talentos prometedores. OL confía ahora en una combinación de jugadores experimentados y jóvenes talentos para apuntar al menos la Europa League, un objetivo mostrado por la administración, lejos de la cura de austeridad anunciada inicialmente. Escuchar las expectativas del entrenador parece ser la clave para garantizar el éxito futuro del club.

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