El entrenador de Bayern Munich Vincent Kompany ha observado de cerca el progreso de París Saint-Germain en los últimos meses, especialmente durante la final de la Champions League en el Allianz Arena. Reconoce el desafío del PSG, el actual ganador de la Champions League, y espera un alto nivel de juego por su parte. Kompany señala que los resultados anteriores del PSG no siempre reflejan el dominio del equipo, que tiene un personal joven pero talentoso. Está impresionado por la transformación del PSG en los últimos seis meses y toma nota de la aptitud y motivación de su equipo para este cuarto de final de los Clubes Mundiales.

El PSG aborda este juego con dinámicas positivas, un equipo completo y un espíritu de grupo fuerte. La ausencia de Bradley Barcola se vio compensada por el regreso de Ousmane Dembélé, que está listo para ayudar al equipo. La ambición del equipo es palpable, con jugadores como Dembélé apuntando al Ballon d’Or, un objetivo apoyado por el presidente Nasser Al-Khelaïfi. La unidad y la ausencia de ego dentro del vestuario de París son también activos importantes, con un colectivo que favorece el interés general por las ambiciones individuales.

El PSG respeta a Bayern Munich, un equipo de referencia con grandes jugadores, pero está decidido a vengarse de la eliminación de 2020. El equipo es más maduro, más fuerte y más decidido que nunca. Este trimestre final se considera una prueba importante, pero también como una oportunidad para confirmar el dominio del PSG en la etapa internacional y recordar que es actualmente el equipo a vencer. La motivación es fuerte porque el equipo ganó todo la temporada pasada y quiere continuar su progreso.