Después de un primer período marcado por la falta de eficiencia en Auxerre, Alexandre Lacazette finalmente permitió a Olympique Lyonnais ganar en la conclusión del partido. Este objetivo, más allá de su impacto directo en el resultado, tiene un significado particular para el atacante, ofreciéndole confianza preciosa y permitiendo a OL añadir el club Auxerrois a su lista de victorias. Durante mucho tiempo había murmurado la amargura de dos ocasiones desperdiciadas, a pesar de los pases de luz de Rayan Cherki, y aunque no era culpable, no había podido desbloquear la puntuación contra Donovan Leon.

Olympique Lyonnais podría haber ganado fácilmente una victoria más cómoda en una velada generalmente controlada, pero afortunadamente, estas fallas iniciales no comprometieron el resultado final. Por el contrario, después de haber admitido la apertura de la puntuación penal de Georges Mikautadze, Lacazette selló el éxito (1-3) gracias a un paso preciso de su compañero georgiano. Esta creciente sinergia entre los dos jugadores es un activo importante para OL en esta fase crucial de la temporada.

Consciente de la importancia del desempeño colectivo y deseando evitar la crítica mediática, el Capitán Lyon aceptó este objetivo con cierto alivio. Este logro le da una confianza preciosa en el próximo partido contra Manchester United, y, sobre todo, termina una serie de frustraciones. Alexandre Lacazette nunca había logrado anotar contra el equipo de Borgoña desde el comienzo de su carrera profesional. Esta “boca negra” ahora ha desaparecido, y el atacante puede demostrar orgullosamente que anotó contra todos los equipos de Ligue 1 que enfrentaba en el campeonato.