A pocos días de un viaje crucial al estadio Geoffroy-Guichard, el dueño de AS Monaco Dimitri Rybolovlev fue al centro de entrenamiento de La Turbie para galvanizar su grupo. El objetivo es claro: volver al podio y obtener una calificación para la Champions League. Esta visita tuvo lugar tres días después de un sorteo frustrante contra Le Havre (1-1), que costó a los Rojos y Blancos su lugar en el podio. También ocurre unos días de un temido desplazamiento en Saint-Étienne, donde los Verdes juegan su supervivencia.

Según The Team, Dimitri Rybolovlev envió un mensaje claro durante su visita: calificar para la Champions League es una obligación económica y deportiva. En un contexto en el que el futuro de los derechos de televisión es incierto en Francia y donde DAZN podría desvincularse, el maná financiero de la UEFA se convierte en vital para un club como Mónaco.

Rybolovlev no sólo dio algunas palabras de aliento. Reunió al personal, el gerente general Thiago Scuro y varios gerentes de la sala de vestuarios para presionar a un equipo que recientemente brillaba contra Marsella (3-0), pero era demasiado frívolo contra equipos en la parte inferior de la mesa.

El sábado, los hombres de Adi Hütter irán a Forez en un ambiente de tensión interna. Para Mónaco, este juego es una trampa por excelencia: el ASSE, en busca de puntos para evitar la relegación, es capaz de romper un partido liderado por el fervor de Geoffroy-Guichard.

Por un lado, Mónaco debe ganar para recuperar el podio y evitar que los Gones, los LOSC o incluso Estrasburgo tomen una ventaja decisiva. Por otro lado, Saint-Étienne espera aprovechar la presión que rodea el ASM para realizar una hazaña que podría cambiar el final de la temporada de los Stéphanois.

Fuente: Equipo