En un raro y en última instancia trágico encuentro para Olympique Lyonnais, el equipo se inclinó 5-4 contra Manchester United en Old Trafford, después de una extensión. El juego fue marcado por un punto de inflexión importante: La tarjeta roja de Corentin Tolisso, poco antes de la extensión, privó a OL de un jugador y complicó considerablemente la tarea del equipo. A pesar de esta desventaja, los Lyons mostraron una disposición notable para volver a la partitura, igualando después de una primera mitad difícil y mostrando un segundo período de alta calidad, antes de colapsar en los últimos minutos.
Corentin Tolisso, autor de un objetivo que había revivido la esperanza de una recuperación, expresó su amargura ante el incidente que condujo a su exclusión, destacando que era un contacto involuntario. Reconoció la crueldad del fútbol, dando la bienvenida a la actuación del oponente mientras lamenta ardientemente no estar al lado de la victoria. El atacante también reconoció el esfuerzo colosal de sus compañeros de equipo, que continuaron luchando 10-11, y expresó la convicción de que el equipo merecía un destino más favorable, considerando que había sido superior a Manchester United.
La eliminación dejó un sentimiento de profundo pesar dentro del equipo, exacerbado por el hecho de que condujo 4-2 minutos desde el final y fue eliminado sin siquiera utilizar los tiros de gol. Corentin Tolisso sugirió que la gestión de los últimos minutos, y más generalmente las opciones tácticas enfrentadas por un equipo opositor galvanizado por su audiencia, podría dar testimonio de una falta de experiencia, destacando la necesidad de un análisis exhaustivo para aprender las lecciones de esta dolorosa derrota y enfocarse en la lucha por un lugar en la Champions League y la victoria de la derby el domingo.