*Lyon, entre la desilusión y la determinación: el derby contra Saint-Étienne se convierte en un imperativo *
Tras el fracaso de Manchester United (5-4 después de la prolongación), Olympique Lyonnais se enfrentó a un gran desafío: removilizarse rápidamente para enfrentarse a Saint-Étienne en el derby del domingo. La atmósfera en los vestuarios de Old Trafford y la noche del jueves al viernes fue marcada por una fuerte emoción, una mezcla de dolor, lágrimas y solidaridad. La derrota de 5-4 después de la prolongación, a pesar de un heroico partido y un espectacular retorno (0-2 a 4-2), dejó rastros profundos.
La atmósfera era pesada después del silbido final. Los jugadores, especialmente Malick Fofana y Moussa Niakhaté, expresaron su decepción. Fofana, todavía sonaba, dijo, “Nunca podemos olvidar este juego”. Niakhaté, a pesar de su fatal error en el último objetivo en Mancun, testificó de la dificultad de la situación: “Es difícil, es complicado. Sabemos que nos perdimos algo grande.” El silencio escalofriante en los vestuarios, ilustrado por los ojos que huyen, demuestra la dificultad para que los jugadores superen esta derrota.
Paulo Fonseca, inicialmente discreto, finalmente tomó la palabra para animar a sus jugadores. Destacó el desempeño del equipo en inferioridad digital después de la expulsión de Tolisso, pero también reconoció la falta de equilibrio emocional después de 4-2. " Celebramos a las 4-2 mientras todavía había tiempo", lamentaba. John Textor, presente en la escena, también expresó apoyo, animando a los jugadores. Alexandre Lacazette, visiblemente sacudido, rápidamente removilizado, como Rayan Cherki.
Cherki, frustrado pero orgulloso, envió un mensaje de WhatsApp en la noche para volver a movilizar a las tropas. Su mensaje, relevado por el Equipo, fue sorprendente: “Tuvimos un juego de hombres, ellos nos recordarán. Hay un gran juego el domingo, este será el último derby para algunos, así que tenemos que levantarnos la cabeza y matarnos para el club”. Este discurso, que refleja la determinación del jugador de 21 años, sugiere que el impacto de la eliminación podría ser menor de lo esperado.
A pesar de la derrota, OL ya se dirigía al derby contra Saint-Étienne. La atmósfera es eléctrica, la estaca es importante, y la motivación es al más alto nivel. El equipo tendrá que convertir esta decepción en combustible para el juego del domingo. Lucas Perri, ausente por razones familiares, será reemplazado por Rémy Descamps en la puerta.
La eliminación de Manchester United, aunque cruel, no debe superar las ambiciones de OL en Ligue 1 y en la Champions League. El derby contra Saint-Étienne es por lo tanto una prueba crucial para la capacidad de los jugadores de removilizar y continuar su viaje.