El equipo de Auxerre rindió homenaje a la clara superioridad de Olympique Lyonnais en el partido dominical, reconociendo la inequívoca dominación de Lyon. A pesar de la combatividad de los jugadores de AJA, que lucharon decisivamente, el sentimiento de pesar persiste en abrir la puntuación en una penalización controvertida. Lassine Sinayoko, aunque consciente de la brecha de nivel, destacó la necesidad de una mejora continua, a la vez que acogió al oponente que fue capaz de explotar las fallas del equipo opositor y evitar cualquier contienda real del resultado.

El punto de mayor discordia radica en la atribución de la pena, tras una acción que se encuentra en disputa con Donovan Leoni y Georges Mikautadze. Los jugadores de Auxerrois argumentaron que una salida de bala debería haber sido azotada por un control fallido de Saël Kumbedi, un argumento que no fue tenido en cuenta por el árbitro Stephanie Frappart, cuya decisión no fue cuestionada por el VAR. Jubal, el capitán de la AJA, expresó su desacuerdo con esta decisión, considerando que una intervención del VAR podría haber sido justificada.

A pesar de un notable esfuerzo de retorno, con la reducción de la puntuación a 2-1 a 10 minutos del término, la AJA no revertía la tendencia contra un OL demasiado. El equipo reconoció la dificultad de levantarse después de un golpe tan duro y admitió que la brecha de nivel era demasiado grande para esperar un resultado diferente. La derrota, aunque lamentable, se considera como una lección para el futuro, reforzando la necesidad de una mejora constante y una mayor vigilancia frente a errores defensivos.