Al amanecer del partido de regreso entre Olympique Lyonnais y Manchester United como parte de su final del trimestre de la Europa League, una tensión particular está flotando en el equipo. El juego, crucial para la esperanza de una clasificación semifinal, se jugará este jueves en Old Trafford después de un primer sorteo, en la puntuación de 2-2, en OL Park. Por lo tanto, las apuestas son de gran importancia para los jugadores de Paulo Fonseca, que tendrán que imponerse en el exterior para esperar continuar su viaje europeo.
Varios elementos de la fuerza de trabajo de Lyon están actualmente amenazados de suspensión. Alexandre Lacazette, Corentin Tolisso, Ainsley Maitland-Niles, Moussa Niakhaté y Nicolas Tagliafico, que ya fueron monitoreados durante el juego de ida y vuelta, tendrán que ser extremadamente vigilantes para evitar cualquier advertencia. Una tarjeta amarilla en Old Trafford llevaría a su suspensión para una posible semifinal, socavando así las esperanzas del equipo. La acumulación de advertencias pesa mucho sobre estos jugadores, que tendrán que hacer malabarismo entre el rendimiento y la disciplina.
Sin embargo, una calificación de Olympique Lyonnais y un regreso de los jugadores sin haber recibido ninguna tarjeta en Old Trafford permitiría que las suspensiones se reiniciaran para las semifinales. Esta perspectiva proporciona una motivación adicional para el equipo, que tendrá que centrarse en el campo y evitar cualquier incidente que pueda poner en peligro su viaje europeo. El resultado de esta confrontación es, por tanto, emocionante, con una importante cuestión deportiva y una presión psicológica palpable.