La Olympique de Marsella está pasando por un período delicado, marcado por un rendimiento externo particularmente preocupante. Desde el inicio de la fase de retorno del Ligue 1, el equipo ha acumulado un equilibrio muy contrastante durante sus viajes, habiendo registrado sólo una sola victoria en seis partidos. Esta serie de contra-performances ahora coloca a OM en la parte superior del ranking de los equipos más débiles fuera, planteando preguntas sobre sus ambiciones europeas y comprometiendo su capacidad de mantener un alto nivel de competencia.
Las estadísticas muestran un desequilibrio significativo entre la defensa y el ataque en reuniones externas. Con catorce goles por sólo cuatro goles anotados, el equipo lucha por encontrar un equilibrio coherente, lo que ilustra las debilidades estructurales que requieren una reevaluación táctica. Esta situación socava gravemente las esperanzas de la Olympique de Marsella de posicionarse entre los contendientes en el podio, una perspectiva que parecía más realista hace unas semanas.
Los partidarios de Marsella esperan una reacción positiva, especialmente porque el calendario sigue cargado de desplazamientos cruciales. El próximo juego fuera será decisivo para intentar revivir una dinámica más favorable y devolver la esperanza a los fans. La necesidad de una mejora sustancial es innegable para preservar las ambiciones europeas de la Olympique de Marsella.