La reunión de este miércoles entre Arsenal y el Real Madrid, culminando en una victoria de los Gunners (2-1), permitió al club de Londres ganar su calificación para las semifinales de la Champions League. Aunque la actuación fue generalmente satisfactoria, la alegría fue algo empañada por la atribución de una advertencia, marcando un punto negro en la celebración de esta crucial victoria. Después de este partido, cuatro jugadores de Arsenal estaban bajo amenaza de suspensión para el partido de retorno: Partey, Rice, Martinelli y Timber, una situación que hizo aún más incierto el resultado del regreso.
Si la advertencia dirigida a Declan Rice fue finalmente cancelada gracias a la intervención del VAR, tras una penalización inicialmente azotada y luego invalidada, el destino de Thomas Partey fue diferente. En los segundos finales del partido, el árbitro François Letexier sancionó al mediocampista de Ghana por un altercado con el defensor opuesto Antonio Rüdiger, situándolo en una posible suspensión para el juego semifinal. Esta pena representa un revés significativo para Arsenal, dada la importancia del jugador.
Thomas Partey, una figura esencial del dispositivo táctico de Mikel Arteta, es un pilar del mediocampista de Londres, haciendo una contribución sustancial a través de su limpieza seca, recuperación y potentes huelgas. Su ausencia por el choque contra París Saint-Germain, cuyo mediocampista es particularmente denso, sin duda constituirá un importante impedimento para los Gunners, una ventaja que Luis Enrique, el entrenador parisino, no dejará de explotar.