El AS Monaco ganó un sorteo contra Le Havre, pero este resultado es en gran medida insuficiente para satisfacer las expectativas de los fans. El equipo mostró algunas apatías y nonchalance en esta reunión, que no fomenta el optimismo para los últimos tres juegos de la temporada. Las victorias anteriores contra Niza y Marsella habían dado esperanzas de un final feliz a la temporada, pero la decepción contra Estrasburgo y la contra-performidad contra Le Havre pronto perdieron esas esperanzas.
El contenido de los partidos es insípido y los resultados deportivos no son buenos. Los jugadores parecen lejos de alcanzar el nivel requerido para apuntar a un punto de podio. El problema parece venir de todo el equipo, ya sea jugadores o entrenador Adi Hütter que no encuentra la receta para hacer que este equipo funcione.
La roca monegasca ondeó y los fans vieron un difícil final de temporada. En un club normal, la administración habría reaccionado y recordado a los jugadores sus responsabilidades. Sin embargo, en el caso de AS Monaco, no hubo una reacción fuerte después del partido contra Le Havre.
Es urgente que todos los jugadores del club reaccionen con fuerza y rapidez para evitar un desastre. El próximo juego será una verdadera división o doble para el equipo monegasco. Una reacción vigorosa y la victoria podrían dejar la puerta abierta a un podio, mientras que otro resultado podría precipitar el club en el abismo. Los fans esperan que su club encuentre los recursos y el orgullo necesarios para salvar esta temporada.