La disputa entre la Liga de Fútbol Profesional (LFP) y la emisora DAZN se está hundiendo, ya que la LFP recientemente decidió romper el contrato entre ellos. Esta decisión, aunque motivada por un deseo de cambio estratégico, se opone a la renuencia de DAZN, que desafía las condiciones de ruptura propuestas. Las dos entidades, comprometidas contractualmente hasta 2029, están ahora en un estancamiento, la búsqueda de una solución amistosa que ha fracasado a pesar de la intervención de una mediación orquestada por el Tribunal Económico de París.

Según fuentes cercanas al LFP, DAZN rechazó una propuesta de mediación que el Ligue consideraba aceptable, un enfoque paradójico dado el papel activo de la emisora en la iniciación de esta mediación. Esta cara volteada, junto con la negativa de DAZN a fijar los plazos financieros debido a la Liga, subraya la intensidad del conflicto. La emisora británica justifica este bloqueo diciendo que la mediación no ha conciliado suficientemente las posiciones, a pesar de cuatro meses de negociaciones, incluyendo un mes y medio dedicado a la mediación.

La situación actual sugiere una larga batalla legal, con DAZN reclamando compensación de 573 millones de euros, argumentando por “déficiencias observadas” y “trapería en las mercancías”. Al mismo tiempo, la emisora sigue obligada a pagar los pagos adeudados a la Liga, por un total aproximado de 140 millones de euros, lo que complica aún más la solución de la controversia y sugiere un futuro incierto para la difusión de la Liga 1.