El AS Monaco toma muy en serio los retrasos en la formación, como lo demuestra la introducción de una medida original para limitar este fenómeno: una rueda de retraso instalada en el centro de formación. Cada vez que un jugador llega tarde, tiene que girar esta rueda que contiene varios peones, como invitar a sus compañeros de equipo al restaurante o ofrecer regalos de alta gama al equipo.

Esta semana fue Christian Mawissa, una defensora central de 20 años, que se enfrentó a las consecuencias de su retraso. Como jugador principal de la fuerza monegasca, no se perdonó la regla y tuvo que girar la rueda cuando llegó al centro de entrenamiento.

El destino decidió lo siguiente: Christian Mawissa debe ofrecer un iPhone 16 pro Max a todos sus compañeros de equipo. Una pena que le costará más de 20.000 €, pero debe servir como una lección para el futuro.