En una entrevista reciente con el periódico L’Équipe, Paulo Fonseca discutió la suspensión que le golpeó tras un tenso intercambio con el árbitro Benoît Millot en un partido entre Olympique Lyonnais y Stade Brestois. El técnico portugués, suspendido hasta el próximo noviembre, expresó su sentimiento de que este castigo, aunque severo, paradójicamente produjo un efecto beneficioso en la dinámica del equipo. La Olympique Lyonnais y su entrenador hicieron un llamamiento al Comité Olímpico y Deportivo Nacional francés (CNOSF), cuya decisión se espera el 6 de mayo hasta el veredicto final.
A pesar de este período particular marcado por la alternancia entre los partidos seguidos de los stands de Ligue 1 y una presencia en el banquillo de las competiciones europeas, Paulo Fonseca señala actuaciones alentadoras tanto en el campeonato como en la Europa League. Señaló que la suspensión, que consideraba injusto, contribuyó a fortalecer la cohesión en el vestuario de Lyon, uniendo jugadores y personal del club. Esta dinámica positiva es también parte del contexto más amplio de la situación actual del club y gestión de John Textor, creando un sentido de urgencia y una creciente necesidad de solidaridad.
Con la anticipación del próximo juego de vuelta de las finales de Europa League contra Manchester United, Paulo Fonseca dijo que esta suspensión no sólo consolidó el grupo, sino que también agudizó la determinación de los jugadores de luchar juntos para lograr los objetivos fijados. Concluyó insistiendo en el sentido general de necesidad de una unidad fortalecida, percibida como esencial para el éxito de Olympique Lyonnais.