En esta sección, Le Petit Lilleis da la palabra a los partidarios de LOSC al final de cada reunión. La mayoría de ellos deja hablar de su alegría y emoción tras la victoria (3-1) sobre AJ Auxerre. En su búsqueda de un podio, el LOSC permitió que su frustración pasada fuera por una cierta satisfacción, casi total. En la recepción del AJ Auxerre el domingo pasado, Bruno Genesio y el público de Lille fueron los primeros en un exitoso primer período, durante el cual Thomas Meunier (10’) y Jonathan David (43’) estaban a su vez sacudiendo las redes. El segundo período fue menos inflamable, hasta el punto en que los Dogues comenzaron a asustarse. Lucas Chevalier tuvo que negociar una mala recuperación en su línea (68’) antes de tomar una rodilla mientras tomaba un objetivo contra su lado (90+2’). Fueron estas decenas de minutos de flotación que empujaron a la irritación, aunque Jonathan David selló la victoria (3-1) por un tercer y último peón (90+7’). Además del resultado, que era necesariamente una buena noticia, también fue la cara ofensiva mostrada por los Dogues que empacó Tobias, Jimmy y Quentin, tres fans cuestionaron el frío. Clasificados en la pista, acordaron bucear de nuevo una última vez en este éxito reciente. Sus comentarios son una oportunidad para volver una última vez a la parte recientemente impugnada, pero desde un ángulo de vista distinto de lo que se puede ver tradicionalmente en la prensa local y hexagonal. ¡Aquí vamos! Una segunda victoria recta, esto no había ocurrido desde mediados de febrero y un viaje a Bretaña marcado por la resurrección de Nabil Bentaleb. Después de Toulouse FC (1-2), el AJ Auxerre (3-1) cayó frente a los Dogues y dio una sonrisa a los fans de Lille. Quentin fue el primero en expresar algún alivio: “Hace mucho tiempo que vimos un partido con compromiso, presencia en los duelos, en los globos primero y segundo, la limpieza. Es este tipo de servicio que te hace orgulloso”, exclamó en primer lugar. Pero tenía mucho en su corazón y no quería parar tan simplemente: “Y entonces tengo un pequeño mensaje que transmitir también. ¿Dónde están todas las rabias escupiendo a Thomas Meunier?”, preguntó. Sin su gol marcado tan temprano, creo que el juego habría sido totalmente diferente. Nos pone en perfectas condiciones para la secuela y permite a los atacantes jugar más liberados. Confiaba en todos", dijo Quentin. Tobias se hizo cargo: “Finalmente un juego en el que tenemos control, ya estaba satisfecho. Siento que ha pasado mucho tiempo desde que tuvimos esta sensación de tranquilidad en un juego, especialmente porque rápidamente logramos convertir nuestras ideas de juego en acciones y metas reales. Llevar dos metas a mitad de tiempo es bastante raro para nosotros esta temporada. Tenemos un poco de miedo al final del juego, pero a diferencia de lo habitual, no tuve la impresión de que fue debido a ningún pánico. Diría que era una desconcentración porque estábamos dirigiendo muy fácilmente. La AJA me sorprendió lo suficiente. Esperaba un partido mucho más colgado en general. Las ausencias probablemente ayudaron”, dijo. Quiero decir, era el turno de Jimmy, todavía tensado en los últimos minutos de un juego que no necesitaba